Un maestro se ocupa de lo esencial, mientras el alumno va en pos -un rato- de lo superficial. Hay alumnos que planean cuidadosamente cómo extraer y obtener información del maestro. El maestro lo sabe bien, y brinda lo que al alumno en ese momento no lo lastima o lo desvía aun más de su camino. El maestro sabe que el alumno, si es sincero, corregirá sus faltas. Paciencia.
Hay maestros que a veces no se ocupan -un rato- de lo esencial y se enfocan en lo superficial. Hay alumnos que son leales y sinceros y aprenden de la información que el maestro brinda. El alumno lo sabe bien y toma del maestro aquello que en ese momento no lo va a lastimar o desviar de su camino. El alumno sabe que el maestro, si es sincero, corregirá sus faltas.
Paciencia.
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