En realidad las Formas para Dos Personas nos dicen básicamente lo siguiente "¿Podemos escoger nuestra experiencia sin juicios agregados?"...
Respuesta: Tenemos la opción de comprometernos con "el flujo", podemos esperar en "nuestro lugar" hasta que algo nos "mueva o conmueva".
Esto es lo que el famoso San Shou o Formas Dobles o para Dos Personas o la Aplicación de la Forma nos está enseñando más allá de la coreografía combativa.
La Forma Doble es una experiencia móvil, es una progresión de eventos, encuentros o compromisos que constituyen nuestro mundo conocido y desconocido en ese momento. Debemos aprender a mezclarnos con el flujo de los movimientos del contrario e interactuar eficientemente; o bien, podemos luchar por controlarlo hasta que esa fuerza nos venza.
Los "qué pasaría" ¿paralizan nuestro movimiento? ¿Podemos encontrarnos con fluidez y receptividad ante lo semi-desconocido? ¿Respondes con resistencia inicial antes de poder cambiar tu dirección o bien de comprometes con armonía ante el movimiento entrante?
Algo de esto es lo que las Formas Dobles nos dicen...
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