Desde hace muchos siglos, los maestros han reconocido la agresividad interna que poseen los alumnos que se embarcan en una disciplina espiritual. Es algo natural que exista, lo que resulta anti-natural es que el novicio no la acepte. Para lidiar con estos conflictos internos y permitirle ver el estado mental combatiente generado por el enfrentamiento ante un enemigo, se crearon los combates coreografiados (San Shou y Tui Shou) y los combates libres (Sanda).
Nunca fueron pensadas estas prácticas para lastimar al otro, para ganar torneos o para ganar medallas...esa es una creación moderna y nada relacionada con el verdadero arte del guerrero.
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