Todos sabemos que el llamado "espíritu del sable" es algo no sencillo de expresar en los inicios de nuestra práctica. Este espíritu debe permear cada movimiento y, para que esto ocurra, Sable y Espíritu del Practicante han de ser una misma cosa. Esta unidad sólo se instaura con el tiempo, con práctica, con kung-fu. Agarra tu sable hasta que no lo sientas distinto a tu brazo y a tu mano, apúestale a esta propuesta y ese espíritu del sable aparecerá sin lugar a dudas. Cuando agarres el sable siéntete como los guerreros de la figura de arriba, no dudes en expresar tu agresividad natural y la agresividad natural del arma que tienes en la mano. No te restringas, no te limites...manifiéstate totalmente. Así aparecerá el espíritu del sable y serás transportado al Reino de lo Inmediato.
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