Marte, dios de la Guerra; Afrodita, su consorte, diosa del Amor. Como dios de la Guerra Marte no era invencible. El Boxeo T'ai chi ha sido vinculado desde siempre con las artes marciales (de Marte), belicosas, militares, guerreras, y muy pocas veces se la ha vinculado -como para llamar de la misma manera la atención- como un arte vinculado con la Paz y el Amor. Predomina en el mundo del T'ai chi la visión combativa de esta disciplina y no una visión más profunda, por ejemplo, una visión Plutoniana. Plutón, dios de la Muerte, feroz y despiadado pero no maligno. Plutón, mundo subterráneo. Minerva, diosa de la Razón y de los artesanos. Plutón y Minerva, lo oculto y la sabiduría no son tan interesantes como Marte, la guerra, el odio. Dos de los hijos de Marte, Fuga (terror) y Timor (miedo) surgen en la práctica del Boxeo T'ai chi cuando sólo se ocupa de su lado "marciano". Plutón es Hades, lo invisible, el lugar a donde lo que ha terminado o concluído su ciclo de vida va a morar. Hades en realidad tiene un caracter altruista, cuyo papel era mantener el equilibrio. Muy diferente a Marte, personificación de la fuerza bruta y la violencia. Si ha de practicarse el T'ai chi marcial debería de ir al menos acompañado por Atenea (Minerva), su hermana, la meditación y la sabiduría en los asuntos de la milicia y la guerra; la estrategia y la habilidad con justicia. Incluso se dice que Minerva protege a los hombres y sus hogares de los estragos de la guerra.
La hermana y compañera de guerra de Marte era Enio, diosa del derramamiento de sangre y violencia.
Para que el T'ai chi esté completo requiere de muchos elementos internos (plutonianos) hasta que el practicante adquiera Harmonia, concordia y no sólo Eris (discordia).
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