En más de una ocasión a todos nos pasa que al repetir, y repetir, y repetir los movimientos de las Formas Dobles Coreografiadas tenemos las tendencia (equivocada) de adelantarnos al movimiento del compañero o de ayudarlo con el mismo. Esto debe evitarse a como de lugar, de lo contario nuestras habilidades serán muy pobremente desarrolladas.
La clave radica en OFRECER Y ESPERAR, como ya lo vimos en el escrito pasado, sin embargo, hay que añadir otra cualidad: SENTIR.
Debemos esforzarnos por SENTIR el cuerpo del compañero, la intención de su movimiento, la fuerza y la dirección del mismo. Como en un combate a velocidad normal esto sería practicamente imposible de realizarse, es que nosotros practicamos con lentitud, apreciando el contacto que tenemos con él.
No huímos del conflicto, no aplastamos al oponente, no nos congelamos al recibir su movimiento...hacemos nuestro mejor esfuerzo por FLUIR con sus movimientos.
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