sábado, 19 de junio de 2010

FRUTOS MEDITATIVOS DE TODOS


Es algo enteramente natural que a lo largo de la vida nuestras asociaciones emocionales se creen de manera fortuita y, por lo general, que no sepamos porqué reaccionamos de una manera o de otra a un color particular o a un sonido determinado, por ejemplo. Tampoco solemos saber qué aspectos de nuestro medio ambiente provocan o generan en nosotros distintas sensaciones.


Con la práctica de la meditación encontramos evidencia de que las fronteras entre uno mismo y el entorno dependen de nuestros hábitos conscientes por mantener pautas fijas de percepción. Cultivamos, de manera enteramente natural, asociaciones deliberadas y determinados estados emocionales deseados.


Nuestro sistema nervioso nos hace ser así, no hay nada malo en ello.
La meditación, paso a paso, nos lleva a conocernos y aceptarnos sin necesidad de recurrir a una especie de autocensura; más bien, a través de una gran aceptación de la manera tal cual somos, y sobretodo a través de la inmediatez -es decir- no tienes que autoflagelarte ni recurrir al concepto temporal para aceptarte tal cual eres y desde ese punto (ahora y aquí) avanzar. Sólo tienes que ver que así eres- pero fugazmente- y confiar que ya no serás más así - porque esto es sólo un "error" perceptual. Esto genera fuerza interna para cambiar. Por el contrario, si estás habituado a identificarte con un "x" estado o una "x" personalidad "incambiable, turbia, poco clara, etc." entonces tu tendencia será pensar que requieres de mucho tiempo para lograr algo.
¡Esto es la antítesis del Buddhismo, tal cual Buddha y todos los patriarcas lo han expuesto al mundo! Maezumi Roshi, el maestro de mi maestro Zen dijo una vez: Tu no necesitas esperar ningún instante. De hecho, ¡no esperes! ¡Genuinamente aprecia tu vida! Aprecia el mundo de ¡sólo esto! (You do not need to wait for any moment. In fact, do not wait! Genuinely appreciate your life! Appreciate the world of just this!)
¿Comprendes? Deja de creer que tienes tiempo para cambiar o mejorar. Al menos comienza aceptando que TU vida ya es el tesoro que los Buddhas y patriarcas han expuesto que ES.
Nada más que hay que practicar. ¿Tienes o sientes tu la motivación para hacer esto?

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